CARA DURA

En ocasiones he visto a diputados. Rara vez un senador. Los diputados por lo general se pueden encontrar entre vinos de honor y banquetes organizados por quién sabe quién (y pagados ya saben por quién); algunas veces se pueden ver en alguna cuenta de gestión (durmiendo, por cierto) o en la inauguración de alguna importante obra vial (concesionadas, por cierto). Pero, la mayoría de las veces se les puede ver y esuchar en televisión, reflexionando y compartiendo lo que son las vicisitudes del país, la región equis o la provincia Y. Claro, todo esto en tiempos no electorales.
En tiempos electorales hay un despertar de estos personajes, como si salieran de su letargo invernal a los primeros calores con aires de elecciones populares.
Se les puede ver en un cuanto hay de actos, ceremonias, entierros, aniversarios, programas de radio, estelares, programas faranduleros y un largo etcétera de escenarios y situaciones. Los puedes ver colgando de los cables en una eterna repetición de sonrisas casi burlonas como recordándonos que están ahí de nuevo, para mendigar con su sonrisa fácil el derecho que se han ganado a permanecer profitando de nuestro País el próximo período. Los puedes ver en televisión diciendo los muchos problemas que afectan a su circunscripción o distrito, como si alguna vez hubieran presentado algún proyecto que valiera la pena. Puedes leer su nombre en cada muralla y en cada poste de cualquier lugar, dándole un agradable aspecto al entorno y gastándose, de pasada, varios millones (a esta altura, provenientes de quién sabe dónde).
Todo este panorama se va a ir acrecentando con el tiempo hasta llegar al 1 de diciembre, “La gran Final”, en donde se cumplen pronósticos, se nos cae algún senador por anticuado, otros hacen su debut en las grandes ligas, pero todos se abrazan. Sí, mientras nosotros nos quedamos mirando a ver que pasa, nuestros representantes pasan un blanco pañuelo por su frente y con cara de “Misión Cumplida” sonríen, pero no con esa sonrisa burlona, sino que de satisfacción por haberse ganado una pega en que todo el mes tendrá que trabajar una fracción de lo que trabaja un chileno cualquiera para ganar lo que ganan VARIOS chilenos cualquiera.
Prepararse, ya que lo que queda de campaña lo pasaremos oyendo de delincuencia, redistribución del ingreso, sistema binominal, blindajes, traiciones, etc, Prepararse, lo peor aún no empieza. JA.